Mi plaaaata, mi plaaaaaata...

Muchos de los futbolistas más famosos del planeta, son grandes ídolos y ejemplos a seguir, una muestra de trabajo duro y esfuerzo, pero otros no tanto. Existe un selecto grupo de jugadores que lo tuvieron todo y lo perdieron, en la mayoría de ocasiones por andar “pasándola bueno” o simplemente por no saber usar su dinero. En este post solo queremos recordar a algunos de estos ejemplos a no seguir:

Ivan Zamorano:

El “Bam Bam” quizá el jugador más reconocido de Chile esta consumido y asediado por los bancos, se dice que su deuda superó los 3 millones de dólares por lo cual tuvo que vender sus lujosos apartamentos en Chile, así como 3 oficinas, 43 establecimientos y 14 bodegas.

Garrincha:

El mejor jugador del mundial de 1960, falleció en la pobreza extrema en 20 de enero de 1983 a los 49 años, consumido por el tabaco y el alcohol (alma bendita)

Christian Vieri:

Delantero infalible en el área pero bruto para los negocios, perdió cerca de 16 millones de dólares por malas inversiones, lo que le causo la quiebra, hay que resaltar que su adicción al póker y las puestas no ayuda mucho, por lo cual se ve algo apretado cada fin de mes.

Paul Gascoigne:

Este si que sabe de polémicas, tras dejar los cortos y los guayos esta joyita del futbol inglés se dedicó al alcohol y a las drogas. Tras su retiro en 2004 la fiesta le ha costado casi 17 millones de euros a nuestro parrandero volante. Para matar sus culebras se le ocurrió publicar una autobiografía contando sus locuras.

George Best:

Su fortuna se fue en autos, ropa de moda, alcohol, mujeres, fiestas, mujeres, tabaco, mujeres y una que otra droga. “he gastado mucho dinero en alcohol, automóviles y mujeres, el resto lo he desperdiciado” su propia frase lo define muy bien. El 25 de noviembre de 2005 le dejo un mensaje al mundo “no mueran como yo” tras las enfermedades obtenidas por su manera de beber.

Adriano:

El emperador caído, el alcoholismo y las drogas le han quitado todo. Su paso por el iInter de Milán es una historia que no volverá, pues ahora trata de jugar en cualquier equipo que le dé la oportunidad, pero su carácter no le ayuda mucho. Ahora el emperador no tiene casi ahorros y vive como un futbolista comun y corriente.